introducción

 En muchos países el cáncer es la segunda causa de muerte en niños mayores de un año, superada sólo por los accidentes. Afortunadamente, en los últimos años se han registrado avances muy importantes en el tratamiento del cáncer infantil. Un ejemplo es la leucemia aguda, una enfermedad que hasta hace 30 años era considerada inevitablemente fatal. En la actualidad, siendo el tipo de cáncer más frecuente en la infancia, tiene una sobrevida a 5 años superior al 70%, lo que implica que la mayoría de los pacientes pueden curarse definitivamente. También se han logrado progresos similares en el tratamiento de los tumores sólidos, desde que se utilizan de forma combinada métodos de radioterapia, cirugía y quimioterapia,  que han incrementado de forma significativa la supervivencia a largo plazo en los tumores infantiles. Los niños son diferentes de los adultos por lo que, de manera general, es importante, tomar acción cuando se detecta cualquier signo o síntoma diferente de lo normal. En resumen, aunque el cáncer pediátrico no es prevenible, el objetivo de lograr una detección temprana puede ser lograda por profesionales de la salud que hacen una historia clínica meticulosa, un buen examen médico y que escuchan a los padres.

La quimioterapia es el uso de fármacos para destruir las células cancerosas. Este tipo de tratamiento contra el cáncer actúa evitando que las células cancerosas crezcan, se dividan y formen más células. La quimioterapia es un medicamento sistémico. Esto significa que se traslada por el torrente sanguíneo y llega a todas las partes del cuerpo. Existen muchos tipos diferentes de quimioterapia. En general, los fármacos utilizados para la quimioterapia son sustancias químicas potentes que tratan el cáncer atacando a las células durante partes específicas del ciclo celular. Todas las células atraviesan el ciclo celular, que es la forma en que se producen las células nuevas. Las células cancerosas atraviesan este proceso más rápido que las células normales, por lo que la quimioterapia tiene un mejor efecto en estas células de crecimiento rápido. Debido a que la quimioterapia pasa por todo el cuerpo, también puede dañar las células sanas a medida que atraviesan su ciclo celular normal. Por este motivo, la quimioterapia puede causar efectos secundarios como pérdida del cabello y náuseas. Los objetivos de la quimioterapia dependen del tipo de cáncer y de cuánto se haya diseminado. La quimioterapia se puede administrar sola o como parte de un plan de tratamiento que incluya otros tratamientos. Algunas de las formas en que se usa la quimioterapia incluyen: Como tratamiento primario. A veces, el objetivo del tratamiento es destruir todo el cáncer y evitar que vuelva a aparecer. Esto podría denominarse “quimioterapia curativa”. Antes de otros tratamientos. La quimioterapia se puede administrar antes de la cirugía o radioterapia para reducir los tumores. Esto se denomina “quimioterapia neoadyuvante”.Despues de otros tratamientos. La quimioterapia se puede administrar después de la cirugía o radioterapia para destruir cualquier célula cancerosa restante. Esto se denomina “quimioterapia adyuvante”. Para retrasar la progresión del cáncer y aliviar los síntomas. Incluso cuando el cáncer no es curable, la quimioterapia puede reducir parcialmente los tumores y prevenir el crecimiento del tumor y la diseminación durante varios períodos. En tales contextos, la quimioterapia puede prolongar la supervivencia, aliviar los síntomas relacionados con el cáncer y mejorar la calidad de vida. La quimioterapia utilizada para estos fines a veces se denomina “quimioterapia paliativa”. La quimioterapia se puede usar para tratar muchos tipos de cáncer. También se puede usar para tratar el cáncer recurrente y el cáncer metastásico. El cáncer recurrente es aquel que reaparece después del tratamiento. El cáncer metastásico es aquel que se ha diseminado a otras partes del cuerpo.

El tratamiento y la atención del cáncer pueden resultar costosos. Además, una gran cantidad de personas tienen gastos no planificados relacionados con su atención. Las finanzas pueden ser una fuente de estrés y ansiedad, y el tema puede sentirse abrumador. A veces, los costos evitan que las personas completen el tratamiento contra el cáncer. Esto aumenta los riesgos de salud. También puede ocasionar más gastos en el futuro. Un buen primer paso es identificar los posibles costos médicos y no médicos. Esta información lo ayudará a ajustar su presupuesto y buscar orientación y asistencia financiera, si es necesario. Elaborar un plan financiero ayuda a reducir el estrés. Esto le permite enfocarse en su salud y bienestar.

Sus costos personales dependerán de varios factores:

El tipo de tratamiento contra el cáncer que reciba

La duración del tratamiento

La localización del tratamiento

Su cobertura de seguro de salud específica

Si tiene o no seguro complementario

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